Zuheros Rio Bailón 25/09/2010
Zuheros. Río Bailón. ¡¡Buen comienzo!!.
Casi sin querer llegó la hora en que los niños vuelven al colegio, se reanudan las clases en todos los niveles. Y llegó la hora de retomar nuestras rutas de senderismo.
Vamos a desprendernos de nuestras vacaciones, despedir la pereza, ponernos los ojos de ver y los oídos de oir, tomar el bastón y empezar a aprender y a disfrutar.
Mil historias que compartir nos esperan. Territorios desconocidos nos llaman. La magia del camino nos aguarda. Zuheros nos atiende. Y también la VII Feria del queso.
Visitar Zuheros es adentrarse en un pueblo blanco de Andalucía. La fuerza de la cal se desparrama por sus calles, adarves, por sus casas. Zuheros se muestra alojado en una meseta rocosa natural a 620 metros de altitud. Pero el paso de la campiña a la Sierra Subbética le hace aparecer más alto. Su castillo construido en el siglo IX por los pobladores árabes (Banu Himsi) es testigo de su fundación como poblado. Denominado, entonces, como sujaira. El buen hacer de sus gentes y gobernantes le mantiene como un pueblo blanco, acoplado en la meseta, al pie de la sierra, con un paisaje urbano unitario y coherente. Hecho que le hace ser nombrado en el año 2003 como BIC, en la categoría de Conjunto Histórico Artístico. Sin querer sentimos una gran envidia. Mi pensamiento se va al sentido y sentimiento de comunidad. Sus habitantes necesariamente se tienen que sentir solidarios y orgullosos de su pueblo.
A parte de disfrutar del pueblo y de la VII Feria del queso vamos a descubrir la sierra. La Sierra Subbética, considerada parque natural, se alza provocadora. Las rocas calizas, que la
conforman, han esculpido con el paso de los años un paisaje peculiar. Junto a Zuheros nos encontramos con abundantes Tajos. El Cañón del Charco Hondo, al oeste , acoge el curso del Río Bailón. Arriba, al este, se asoma la Cruz de la Atalaya. La ruta se promete diferente, atractiva, con interrogantes.
El inicio nos pone a prueba. La antigua vía pecuaria, conocida como Colada de Pilas a Vadillo, con su firme empedrado asciende sin consideración. El trazado propio de animales
de carga serpentea certero en una subida muy pronunciada. El goce derivado de las vistas únicas de Zuheros y la campiña, desde un primer mirador, nos reconforta. El valle profundo del Río Bailón nos reclama. Ascendemos con diferentes niveles de dificultad. La sierra se multiplica, el valle se bifurca. Receptor de los Arroyos El Moreno y Fuenfría, se aleja en dirección sur oeste en busca de la Ermita de Cabra, lugar de su nacimiento.
Un rosario de fuentes nos acompaña. La Fuente de la Mora, casi al principio. La Fuente de la Zarza, en la cabecera del Arroyo Moreno. Y la Fuente Fuenfría, que mantiene el capricho
de manar en la parte alta del valle. Llegados a este punto despreciamos el sendero que va a Cabra para recrearnos en una encina centenaria, cuyo tronco horadado nos muestra el
capricho de la naturaleza. Vamos descendiendo. Superado el tramo de mayor dificultad nos toca prestar atención a la senda de regreso.
Desde las alturas la emoción nos embarga. Empezamos a descubrir el goce de los senderistas más avezados que dialogan con la naturaleza, interlocutores de un paisaje multiforme y variado que nos habla en son de paz, armonía y solidaridad.