Monumento a los Hermanos Carvajales
Dice la leyenda, que por el año 1312, estaba el rey en la Ciudad de Palencia, donde se le comunico que el caballero Don Juan de Benavides, privado del rey, había sido asesinado por dos hombres, llamados los Carvajales. El rey al pasar por Jaen para ir alguna de sus batallas, se acerco por Martos, donde encontró a estos dos caballeros que fueron apresados y retenidos.
Fueron conducidos a lo alto de la Peña de Martos, es una montaña de piedra donde esta situada la Ciudad, y allí fueron juzgados por el rey Fernando IV de Castilla, a morir de una forma cruel, encarcelados en una jaula de púas de hierro.
Ante las suplicas de aquellos caballeros de que eran inocentes el rey omitió sus suplicas e hizo firme su sentencia.
Antes de morir los hermanos Carvajales seguían diciendo que eran inocentes, entonces emplazaron al rey a asistir junto a ellos ante el tribunal supremo de Dios, a los treinta días fijos desde aquella mantanza.
Hecha la ejecución, el rey se marcho a la batalla de Alcaudete, donde cayo enfermo, y fue llevado a su castillo de Jaén, donde murió el 7 de Septiembre de 1312, justo el día en que vencía el plazo de los treinta días fijados por los hermanos Carvajales, para reunirse con ellos ante Dios. Por eso a Fernando IV de Castilla fue llamado "el emplazado".
Los cadáveres de los hermanos Carvajales se encuentran en la iglesia de Santa Marta de Martos