La historia
La producción de residuos urbanos ha estado asociada al modelo de sociedad productiva. Cuando predomina la sociedad agrícola, hasta los años 60 – 70 del siglo XX, no se producen apenas residuos. Es una sociedad de autoconsumo. En casi todas las viviendas hay un pequeño muladar donde se depositan el estiércol y algunos residuos domiciliarios. Los animales domésticos consumen casi todos los residuos orgánicos.
Con la aparición de la sociedad industrial se cambia el modelo de consumo. Aparece el consumismo como un fenómeno social. Se transforman las viviendas. Desaparecen los animales domésticos de las casas. Ello da lugar a una nueva necesidad: la recogida de residuos.
En Martos la primera recogida de residuos se realiza con bestias y un serón. El padre de Jeromo, barrendero ya jubilado, utiliza un burro para recoger los restos que proceden del mercado municipal y los residuos procedentes del barrido de las calles. La basura se empieza a depositar en la zona del Sapillo y en las proximidades de la Calle Puerta del Sol, junto al depósito de agua.
En la década de los 60 se habilita un basurero en el polideportivo, junto a la antigua discoteca. El Ayuntamiento dispone de dos camiones con una caja cerrada y unas puertas, por donde se echan los cubos y la basura. La zona del Barrio el Baluarte se recoge en espuertas y en sacos, que se arrastra hasta el camión.
Después se le cede el servicio a Juan Rivera, que pone sus camiones y además cobra los arbitrios.
A continuación se hace cargo del servicio Paco Pulido.
Se cambia la zona del basurero y se pasa a la carretera de los Villares, que funciona desde 1982 hasta septiembre del 2000.
Se constituye el Consorcio para la recogida de residuos urbanos RSU, al que se acoge el Ayuntamiento. Se procede al sellado del basurero municipal y a la instalación del Parque Periurbano. Los residuos orgánicos se llevan a la planta de tratamiento ubicada en la carretera de Fuerte del Rey.