Concejalía de Cultura

12+1 Huellas de luz en el jardín habitado y Lola en octubre son dos trabajos que distan entre sí una década y que están vinculados por sus protagonistas y el espacio donde se encuentran. Las 12 fotografías, los doce retratos, y la cianotipia pertenecen a un proyecto realizado en 2003: El jardín como territorio plástico. Cada retrato es la personificación de un árbol en el jardín; cada árbol del jardín representa la presencia constante del ser querido frente a la ausencia temporal o definitiva de la imagen, de la materia, de la palabra, de  la luz que desprende la mirada de cada persona…Presencia/ ausencia que se resuelve en la cianotipia: huellas de escritura, siluetas de hojas de los árboles que son o fueron, luz en fuga captada en brevísimos segundos, antes y después  de la  propia existencia de la fotografía .

Lola en octubre es un documento en vídeo donde,  a través de imágenes en movimiento, de fotogramas, de textos literarios, de palabras y de música  se celebra un cumpleaños en octubre de 2013: una ocasión  para reunir a los amigos y seres queridos, reencontrar la mirada y la voz, la presencia de muchos de ellos diez años después. Lola en octubre trata de  reflexionar sobre la amistad, el amor, el paso del tiempo y la fugaz y breve existencia de todos.El azar y su gentileza hace  posible este trabajo gracias a la cámara de Antonio R. Bueno Ortega;la música del azar justifica toda la música que suena y su conversión en auténtico protagonista, porque junto a la mirada, la palabra y el silencio, la música es, en realidad, no sólo la emoción y el sentimiento, sino  el verdadero argumento de la obra: la experiencia vivida.

 

Miguel Ángel Fúnez Valdivia

Martos, marzo 2015.